viernes, 1 de octubre de 2010

El inesperado voto de Jefte II

   "34 Y volviendo Jefté a Mizpa a su casa, he aquí que su hija le salió a recibir
        con adufes y danzas, y era la sola, la única suya; no tenía fuera de ella otro hijo
        ni hija.
35 Y como él la vio, rompió sus vestidos diciendo: ¡Ay, hija mía! de
        verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen: porque yo he abierto
        mi boca a Jehová, y no podré retractarme."  
                  ( Jue 11: 34 - 35 )
    Hay varios pasajes que nos muestran que Jefté nunca prometió sacrificar a su hija matándola y quemándola en un altar. Vamos a leer  pasajes con el fin de obtener otra idea correcta de qué fue lo que prometió Jefté.  Si leemos Jue 11: 36- 39 veremos que la preocupación de la joven hija de Jefté no era sobre perder la vida, sino sobre su virginidad y la pérdida de su oportunidad de matrimonio, que era una de las ambiciones más acariciadas de las mujeres de aquella sociedad en aquella época.
            "36 Ella entonces le respondió: Padre mío, si has abierto tu boca a Jehová,
        haz de mí como salió de tu boca, pues que Jehová ha hecho venganza en tus
        enemigos los hijos de Ammón. 
37 Y tornó a decir a su padre: Hágaseme esto:
        déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi
        virginidad, yo y mis compañeras. 
38 Él entonces dijo: Ve. Y dejola por dos
        meses.  Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.
       
39 Pasados los dos meses volvió a su padre, e hizo de ella conforme a su voto
        que había hecho. Y ella nunca conoció varón."                    ( Jue  11: 36-39 )
   Evidentemente, su vida no estaba amenazada, porque sería algo completamente fuera de lógica que ella llorara por su virginidad cuando lo que iba a perder era la vida.  El llorar su virginidad, el no poderse casar, era una cosa muy secundaria ante el peligro de perder la vida.  Difícil comprender que la joven llorara por algo (virginidad ) que después de la muerte no le serviría para nada, y no llorara por su vida, sin la cual todo lo demás era inútil.  Todo esto nos hace ver que ella sabía que lo único que iba a perder, era la oportunidad de casarse.
DIOS TE BENDIGA EN ESTE DIA QUERIDO AMIGO

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